| LA ORUGA MÁS "PELIGROSA".

La oruga Megalopyge opercularis, mejor conocida como la oruga peluche. Puede parecer suave como el algodón, pero bajo esa capa de pelo como de un peluche, se esconden espinas venenosas que pueden clavarse en la piel.

Esas espinas tienen agujas hipodérmicas que pueden inyectar veneno, y es extremadamente doloroso, utilizan esta estrategia venenosa para defenderse de posibles depredadores.

«El dolor es peor que el de la picadura de una abeja», afirma el entomólogo de la Universidad de Florida Don Hall. «La sensación aumenta y pueden doler hasta los huesos».

«En cualquier caso, el dolor depende de la parte de cuerpo con la que ha estado en contacto con el insecto y cuántas espinas se han clavado».